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fo, es eftárfano, y no fe puede hallar otro alguno. Quiero devir , que no hay orra medicina como el per” fuadiríe dque es elcrupulo: fo ; porque en llegandoá perfuadiríe de que lo €s, dexará de ferlo. Aunque Íe le apliquen por medicina todos los cenfejos de la Efcriptura Sagrada , todas las recetas de los Santos Padres, fi duran ellos en la aprehenfion de qué no fon efcrupulolos ,no hacen juicio de que hablan con ín enfermedad; y como en eíta logica del demonio no quieren pafíar 4 formar tal juicio,(e quedan en la lim= le aprebention, que ésto. da (uenfermedad. 4 Por eflo los que to. man bien el pulío ácltas enfermos hallan , que co- munmente acompañan ¿á elte accidente, Olanece- dad, o la fobervia. Lane- cedad, porque no le hacen cargo de las razones, para paar á formar juicio. La lobervia; porque ño quie- ren fujetaríe al juicio del experto Medico.Y aísi vie. nen dquedarfe con fus en. fermedades mas guítolos, que con las medicinas. Quando la Mageltad de Chrilto.fue á dar falud á la Suegrade S n P dro, dice eS LA CATHEDRA DE DIALECTICA. 131 el Sagrado Texto, que la hallo pofleida deuna grave ficbre.Tenebatur magnis fe- bribus. No dice que tenia calentura, fino que la calen= turatenia d la enferma.Ra. romodo de explicarle! Pe- ro myfteriofo; porque una cola estener enfermedads otra cola es , (er tenido de ella.Quando el hombre tica ne ¿la enfermedad,el hom bre es quien manda como feñor , y la enfermedad es quien obedece comoeía clava; O hablando Philo[lo- ficamente, el homhre es la fubftancia , la enfermedad accidente; porque puede faltar. Pero quando la en- fermedad tiene al hombre, ella es la principal feñora, como perfona que hace, y el hombre menos princi, pal, como perlona que pas dece. Alli (uele hacer-el hombre de laenfermedad lo qué quiere. Aqui hace la enfermedad lo que quie. re del hombre, En elto le diltinguen las enfermeda, desgravesde las.leves. Las enfermedades leves lastica ne el hombre, porque es dueño dé fu razon , dueño de fu juicio para aplicar re» medio; y [obre todo , due- ño de [u proprio alvedrio. Pero las enfermedades mui graves tienen al hombre, 12 y Luc. 4. Y. 38- a "o

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