BCCPAM0001142-4-35p4d00000000

. 27 mi »rables sin vestido , sin comida y sin socorro: —morque se halle, vuelvo á decir , en el mundo al- un Sacerdote de esta clase, ya nos será permi- - fido poner atrevidamente -nuestra lengua en el Ve- - nerable , y siempr2 Santo estado Sacerdotal? ¡ 1n- sensatos! ¿no advertis que este modo de pensar seria un error, seria una necedad , seria un deli- rio ? ¿Pues qué remedio ? El silencio , señores , el silencio, y atender cada uno eficazmente al cum- plimiento de su respectiva obligacion. Y si este re- medio no os acomoda , hablad enhorabuena; pero sea arrojando primero las vigas de lagar , que te- neis encima de los ojos , y no las quereis yer , y despues venid á quitar de nuestras pupilas las pa= jas que tanto os llevan la atencion. Hipócrita, de- cia Jesu-Christo: Ejicie primum trabem de oculo - tuo, $ túnc perspicies, ut educas festucam de ocu- lo fratris tui. (Luc. cap. 6.) Demonos pues todos á partido, y saquemos de este Sermon algun fru- to , Ya que oimos tantos otros sin alguna utilidad. - Determinemos firmemente guardar nuestra len- - gua de toda murmuracion , y no permitir jamas, que en nuestra presencia se murmure del Rey, ni - de sus Ministros , mi de sus providencias , ni del Clero , ni de sus costumbres , ni de los Religiosos, ni de sus modales: sino que tengamos para todos - Una lengua limpia , una lengua caritativa. Ási ya - Que no seamos tan útiles á la Iglesia y al Esta- - do como nuestro Brindis, á lo menos no seremos tan perjudiciales como lo hemos sido hasta el pre— “nte por nuestra libre y atrevida lengua. Dios - MUES- »”5 sy =P NS — . y Y cta ha el A a p

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz