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(sa): 9. obligaciones , acordéndose de aquella terrible amenaza que fulmind. Dios contra aquellos Pas- tores de Israel , cuyo primer cuidado era apacen- tarse 4 si mismos. Huyendo, pues, de este es- collo sean los Prelados los primeros en guardar todo. lo dicho, y despues con santa osadia per- suadan & todos los stibditos. 4 guardarlas inviola- blemente ; y si acaso algunas cosas parecieren al principio algo dificiles , la santa costumbre las fa- cilitaré ,y hard deleitables:: -ni:intentamos con estas leyes obligar 4 los Misioneros 4 peca- do alguno, sino es en quanto nos obliga Dios, la Iglesia , y la Regla , y lo que en ellas se ex- presa en yirtud de santa obediencia ; con todo €so, queremos quelos transgresores sean cas- s tigados’ con las penas en ellas contenidas; y si. los Prefiectos no fueren los primeros en obsers\ varlas,6 fueren negligentes, y omisos en ha- cerlas obseryar, y en Castigar’ 4 los delingiientes, serdn estos mas «gravemente: castigados por. el Reverendo Padre Comisario General » que por tiempo fuere. 2 Y por quanto es cosa impbsiiile ordenar leyesy estatutos para todas las cosas, € inconve- nientes , que con el tiempo se pueden ofrecer , se ordena que los Padres Prefectos y Conjtidices, si vieren que conviene al servicio de Dios , y es- tado de las cosas ,puedan hacer , y hagan sapun- tamientos particulares , que se dirijan & corregir abusosy 4 la mejor observancia de las obliga- ciones de Misioneros Apostélicos , exhorta4ndolos con ardiente zelo 4 la mayor pobreza, y guarda Ord. 7. Decl. 29.