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Cafos nota- bles en los del aprieto , en que el Auditorio fe hallava,padeció vn delmayo muy pe- ligrofo, y huviera fallecidoen el, fi opotrunos remedios no le huvieran lacadoa falvo. No fueron los reme- dios: tan oportunos para vn Medico del Cardenal de Saboya, que maltra= tado dela oprefsion,enque el nume- rofo Pueblo le pufo,muridal figuien- fermones del tE diaz conque ya eftavaen tales ter- darev Santo. $.101. Efeótos ad= mirables de fus fermo= nes, minos la materia,que fin peligro de la vida no fe podia lograr la doctrina de Fray Geronimo:por lo qual el Emba- xador del Rey Chriftianifsimo obtu- volicencia de lu Santidad,para hazer abrir vna ventana, deíde la qual evi- tado el rieígo, pudiefle percibir los lfermones. Contenían fiempre eftos las mas practicas, e importantes doCtrinas, aunque en ellas fe hallaflen encarta- dos fugetos dela esfera mas elevada, Porlo qual, aviendo advertido Fray Geronimo , qne muchos Cardenales Obifpos moravan en la Corte Roma- na con grande , y publico detrimento de fus propias Iglelias en comun, y de cada vna delas almasen particular , a quienes eramuy nocivo el defcuido, y aufencia de fus Prelados, hizo vn fermon defta materia; y faliole tanefi- «caz,que luego que le puío fin,muchos Cardenales fe prefentaron al Pontifi- ce »pidiendo les diefle licencia para dexar la Corte,y reftituirfe alas Igle- íias de fu obligacion, quefehállaván defamparadas. Otras vezes fe enca- minaya la vivacidad de fu zelocontra elabuío de los Prelados, q poco aten- tos,áquelos teforos dela [glefia fon langre delos Fieles, y patrimonio de los pobres, los difsipan enempleos in- juftos de deleyte, y de vanidad. Mu- chos de los que fe hallavanprefentes, fe aplicavan efta doctrinayacufados de íu propia conciencia ; y corrigiendo luego lo que averiguavan de deforde- nado difpendio en los gaftos de fus fa= milías , y lus perfonas > reftituíana la limoína, lo que hafta entonces avían confumído las fuperfluídades de el faufto, Cierto Argobiípo,a quienmo- Capuchinos. Libro fexto. s11 vió mas lainvectivade Fray Getoni= ¿mono dexó en fu caía preciofa alaja, que no mandaíle poner en venta, ni parte alguna de las cantidades, que defta difpoficion refultáron,.que no repartieíle a lospobres , determinado 4enagenar la miíma carroza, en que andava,(1fe lo aconfejalle el fiervo de Dios. De folo verle fubíral pulpito fe ef- tremecían los Cardenales; y vno de ellos llamado Farneñio, teftificó de li muchas vezes , que temblava á los ecos ardentifsimos de fu voz. Caufa- fuadirfe aun dentro dela miímaexpe- riencia,como fucíTe dable,que vn po» bre, y humilde Religiofo pufieíle ter- ror ala purpura,que mira con refpe- to, y veneracion la dignidad fuprema delos Monarcas. Aísiftian muchos á fus fermones con inftrumentos de ef- crivir, y lacavan copiados fumaria- mentelos conceptos ,que ivan oyen- do,fegun lo permitía la corriente mas, O menos veloz de aquella erudíta elo- quencia. El ruídofo mormullo, con que efperava , O impaciente , 0 mal acomodada la multitud, paflavaá pro- fundo filencio luego que Fray Gero- nimo fe dexava ver enel pulpito, De . aqui empeco,como por adagio comun en Roma, que cada fermon de los que - Narní hazía, era eficaz remedio con. tra las deftilaciones delacabega ; por- que en empegando a predicar nadie fe acordava, ni de toser , nide purgar la boca de las falivas; porque efte leve eftruendo no le ocafionafle la perdida de alguna palabra. Acabado el fermon no era facil al Predicador falir de la Capilla,ni aun del Palacio Pontificio, porque los mas de los concurrentes pretendian beíarle el habito en feñal de la eftimacion,con que quedavande averle oido. | Entre los Panegyriftas de Fray Ge- ronimo (fi huvo alguno , que no lo fuefle) debe tenerlugar muy primero el Cardenal Roberto Belarmino.Efte, pues, tan celebre, y conocido varon : q excitava en va la mifma novedad en los demás del el animo de Sacro Colegio, y no acabavan de per- los mas iluf- $.102: Afeétos que tres oyentes. $.103: