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DIA. SEGUNDO. 87 una verdad, venerables Religiosas; pero es una verdad bien dificil de practicarse. Mas fácil es, dice Jesucristo, que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico en el Cielo. Si fueres rico, dice la divina Escritura, no estarás libre de pecado, y el mas sábio de log Reyes, pedia á Dios que no le hiciera un mendigo; pero que tampoco le diera riquezas. Por esta grande dificultad que hay de adquirirlas lícitamente, de conservarlas pa- cificamente, y de expenderlas virtuosamente, es el par- tido mas seguro el que nos dicta el Evangelio á todos los cristianos de renunciarlas con el afecto, y esto como un precepto para ser discípulos de Jesucristo; y como consejo para los que aspiran á la perfeccion el renun- ciarlas afectiva y efectivamente, dejándolo todo por se- guir á aquel Señor, que dijo: las aves del Cielo tienen sus nidos, y las raposas del campo sus cuevas; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar lá cabeza. Con este generoso desprendimiento se eleva el alma sobre los deseos impetuosos de la sustancia de este mundo, se aparta de la envenenada raiz de todos los males que es la avaricia, y mira en dulce calma á sus piés todas las grandezas de la tierra. Este es el partido de los per- fectos, enseñado por Jesucristo cuando dijo á un mance- bo: si quieres ser perfecto vuelve á casa y vende todas las cosas que posees, y entonces ven y sígueme. Este es el partido mas seguro, pues obedeciendo á este consejo se multiplica cien veces lo que por Dios se deja, y se ad- quiere la vida eterna. Este es el partido que tomaron los Apóstoles al oir esta celestial doctrina de Jesucristo: este es el que siguieron los primeros cristianos que vendian voluntariamente sus bienes y traian el precio á los Após- toles, viviendo con ellos en una vida comun. Nada te- nian propio: Omnia habebant communia. Los bienes de cada uno entraban en el cuerpo de la comunidad; y la comunidad daba á cada uno todo lo que habia menester: Proub cuique opus erat. si enfermaba se le asistia.como enfermo, si tenia salud se le atendia como sano ; al que