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586 EJERCICIOS ESPIRITUALES. temporales, si las Preladas os diesen este encargo,. para que no se deterioren, y. por la indigencia y falta, de las Cosas precisas y necesarias. 4 la vida se dé ocasion á las Religiosas para. perder,.la. paz de su espíritu, ó. se: intro- dúzcan relajaciones contrarias al espiritu monástico. De- beis, finalmente, amarla porque es vuestra, madre, y una madre llena, de bondad que os ha recibido en su seno, .os ha criado con alimentos saludables de pura doctrina, ha cuidado de vuestro cuerpo en la: salud y enfermedad, y ha provisto yuestra alma con socorros del Cielo, con. los Sacramentos de;la Iglesia, y con una prodigiosa multi- tud de buenos ejemplos. No es fácil que la imaginacion mas fecunda pueda idearse un mónstruo mas horrendo que una mala Religiosa, que viviese con disgusto y/con desabrimiento. en su estado, que aborreciese la religion y el santo hábito que viste,.y que ingrata 4 las divinas finezas de su Esposo Jesús le volviese:torpemente las.esr páldas, y amase los. placeres emponzoñados del mundo, entrándose, voluntariamente en los peligros de.que la ha- bia sacado la. mano del Todopoderoso; Muy dificil seria, cuándo no. imposible, que ella perseverase; en la virtud. Muy, difícil si mo imposible, que ella no,se sumergiese.en toda clase de pecados, y que no llegase al término i nfeliz de la final impenitencia. Imposible seria que ella se sal- vase: lo: digo absolutamente. .y.sin condicion: ninguna, porque es absolutamente imposible que dejen de ser ver- daderas las palabras del Señor ; y. ellas nos dicen :: Qui Perseveraverit usque in finem, haic.salvus erit; y supo” niendo una mala, Religiosa, que no ama sa estado. ni practica la. virtud, ni. permanece, en el. bien, hasta. la muette, su condenacion seria indubitable.: ¡Qué móns- tmuo seria una Religiosa., que por su. mala.conducta ¡hi- ciese ¡perderla buena fama á.su- comunidad; la reputa- cion: y. buen, nombre á las Religiosas y expusiese toda su congregación á. los castigos de la justicia, 4 á los: tiros de la, maledicencia! ¡Oh cuántas veces habreis oido con. do- lor, no que tal'ó tal Religiosa ha cometido este ó el otro