BCCPAM0001138-1-2900000000000

870 EJERCICIOS ESPIRITUALES. mientras: sus Religiosas orar su pérdida, “ella entra en el igozo'de sa Señor. Los Ángeles la «reciben, los Santos la saludan y Dios la corona. Aun no 'hanvdado sepulturá á sa mortal cuerpo en “la tierra; y su “alma se 've:en da caga de Dios, en-el tugar de la paz inalterable, de la,sa- lad perfecta, de la seguridad indefectible; del gozo eten no. Su alma sentada á la mesa de: Dios, vestida. condas ropas de Dios, acompañada de tos amigos de Dios; le:ala bará sin cansancio, le servirá sin fatiga, le verá:con de- leite; le obédecerá con alegría y le arrará con intension. Su alma felizmente abismada en el Océano inmenso de la-Divinidad , sabrío 6n'un moinento de lás divinas 'per- porfecciones mas que cuanto lob :sábios de todos los $iglos han entendido de ellas: en ur momento vérá la divina Esencia, y en ella 5u eternidad; su omnipotencia; su sa» bidaría, su inmensidad; su santidad, su justicia; su mi- sericordia y todos los divinos atributos. Verá! la ¡adorable Trinidad en unidad, y en la unidad de Dios'el Padre; «el Hijo y el Espíritu Santo. Verá! comio el Hijó es eterna mente engendrado del Padre, y como: el Espíritu: Sánito procede del Padre y del Hijo. Verá como el Padre no es el Hijo; ni el Hijo es el Padre; ni el IspíritusSanto és el Padre ni el Hijo; y como sin embargo de esto, el Padre, el 'Hijo y el Espíritu Santo tienen' ura mismacóteridad, una misma omnipotencia , una misina é indivisible má- turaleza divina. Verá con' claridad los juicios rectos-de su adorable Providencia, que le eran en este mundo/tan incomprensibles. Verá el alma: de Jesucristo llena! ¡de admirables perfecciones; verá su-cuerpo perfectísimo uni- do con su' bendita alma '4'la Divinidad. ¡Verá :4- María Santísima, Madre de Dios y amipiiro de:lós hombres, 1as resplandeciente que mil soles;: Verá todos los santos ApóS- toles, los Profetas y' los Patriarcas, los Mártires y Confe- sores, las Virgenés y “los demás bienaventurados : byetá las' virtudes que practicaron, los tormentos” que por Dios padecieron, los trabajos que toleraron y los premios que tocibieron. Verá los nuevos «coros de Angeles divididos