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DIA PRIMERO. 21 PLÁTICA SOBRE LA VOCACION AL ESTADO RELIGIOSO. A Missit de summo, et accepit me, el assumpsil me de aquis multis... el educit mein latitudinem, quoniam voluit me. Psalm. 17. ver. 17 el 20. El Santo Rey David, venerables Religiosas, aquel grande hombre cortado á la medida del corazon de Dios, aquel hombre que padeció tantos trabajos, que experi- mentó tantas miserias y persecuciones, que pasó gran parte de la vida entre las vicisitudes mas extraordina- rias de pobreza y de riqueza, de consuelos y tribulacio- nes, de batallas y victorias, de pecados y virtudes, ha- lándose ya libre de sus enemigos, descansado de sus fatigas, y sentado sobre el trono de Israel en que le ha- bia colocado el Señor, gozando el fruto de sus penali- dades, el amor de los pueblos, la estimacion de sus va- sallos, y todas las comodidades de un reinado el mas felíz, reconociendo el principio de donde tantos bienes dimanaban, y publicando las maravillas del Señor que las habia obrado en él y por él, esclama de consuelo: Missit. de summo, el accepil me. Dios me alargó la mano desde lo mas alto del cielo: Dios me sacó de entre mis hermanos: Dios, abandonando la posteridad de Saul, vino á buscarme al campo en donde yo pastoreaba las ovejas y corderos de mi padre. Dios no contentán- dose con elegirme, pasó á librarme de tantos y tan ter- ribles peligros como we rodeaban: El me libró de la insolente furia de Goliath, de las crueles y repetidas persecuciones de Saul, de -las temibles emboscadas de los Filisteos, de la perfidia de mi rebelde hijo Absalon, 3