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348 EJERCICIOS ESPIRITUALES. á los fuertes, y álos prudentes. El amor subió al Cielo; y acercándose al Verbo eterno, al Hijo de Dios, tan glorioso, tan eterno, tan impasible como su Eterno Padre, de tanta magestad y omnipotencia. como su Padre, tan Dios infi- nitament e: perfecto como: su Padre, le humilló.. le hizo bajar.al suelo, y aparecer Hombre el que es Dios, mortal el inmortal, abreviado el inmenso,. y pasible el impasi- ble. Reflexiona, «alma mia, estos excesos, y no extraña- rás que diga:San Pablo: predicamos á Jesueristo crucifi- cado, escándalo para los Gentiles, y locura para los Judíos. ¿Quién hizo esto? La fuerza. y poderío del amor. -Si Dios se hizo hombre, si nació en un establo, si fué reclinado en un pesebre, si vivió pobre, si;padeció como-un misera- ble malhechor, si murió ajusticiado ensuna cruz, todo lo hizo el amor que tenia al hombre. Dios, dice San Pablo, que es rico en misericordias, por la grande caridad con que nos amó; estando muertos en pecados, nos dió vida en Cristo, por cuya gracia somos salvos. Venció el amor al invencible, y-tuvo por bien: darse por vencido, no de otro, sino de sí mismo, que por esencia es amor, á quien so rindió libremente, dándose por prisionero: del grande capitan que es el:santo amor: cuya victoria es tan glo- riosa, tan dulce y tan alegre, que quien es vencido queda vencedor, «y el. que. se rinde al santo amor consigue el triunfo: y quien es herido y muere: 4:manos del amor divino, ese. vive eternamente. ¡Oh valerosas y podero- sísimas fuerzas las del amor, y aun mas fuertes que las de la misma muerte! ¡Oh poderosa muerte de la misma muerte, con-la cual siendo el hombre muerto para el mundo, vive verdaderamente en Dios y. para «Dios! Con las armas de la muerte de esta muerte muchos niños, muchas delicadas doncellas, muchos ancianos encorvados con el peso dé los años, vencieron á los verdugos, á los tormentos, á los tiranos, 4.las. cárceles, y 4 toda la. rabia de Jos hombres y los demonios. Todo lo vence el. amor. Arda. en rabia. el tirano, enciéndase: el fuego, prevén- ganse las parrillas, las ruedas y las catastas , agúcense

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