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328 EJERCICIOS ESPIRITUALES. es estable, aquella momentánea: esta es inmoble, aquella mudable: esta exenta de toda corrupcion y molestia, aquella sujeta á trabajos y miserias: esta es libre de toda calamidad y zozobra, aquella cautiva y cercada de en- fermedades y trabajos: esta es vida verdadera, vida di- chosa, vida felíz y bienaventurada, que vive en Dios, se mueve por la voluntad de Dios, y está conforme con el querer de Dios, y aquella es un tormento y un morir prolijo y desgraciado. ¿Cómo es esto, Dios inmortal? Si esta es una vida tan felíz, ¿cómo nose procura, cómo no se busca, cómo no se ama? Si aquella es una sombra de vida transitoria y frágil, ¿cómo nada se omite por conservarla” ¡Ay, alma mia! mira el efecto que producen los pensa- mientos de los hombres cuando no están dirigidos por las verdades eternás' del Evangeloi. Unos suspiran por las riquezas , otros anhelan por los honores: estos claman por los empleos, aquellos sudan, se afanan y fatigan por los placeres groseros proporcio- nados á los sentidos del cuerpo. En esto piensan y nada dejan de hacer por conseguir lo que pensaron. Pero cuando lo consiguieran, ¿qué alcanzarian” ¿Qué paz, qué dul- zara, qué descanso, qué felicidad? ¿Qué le importa al hombre, dice el Espíritu Santo, ganar todo el mundo si pierde su alma? Ningunas fatigas, ningunos desvelos ó trabajos que no haga dulces el amor, son menester para salvar el alma. Ama á Dios de todo tu corazon y la sal- vaste. ¡Oh Criador de mi alma! ¡Oh «mable Redentor de mi alma! Vos Señor podíais haberme impuesto preceptos duros y afamosos para dar vida á nuestras almas, como nos los impusísteis para comer el pan con que manten- gamos la vida del cuerpo; pero no quisisteis sino darnos tan de valde la vida del alma, que la alcanzásemos con suavidad y deleite, mandando que os amásemos. El «mor suaviza y hace dulce la observancia de todos los demás preceptos. Todo lo vencé el amor. El es Mmerte como la muerte. Esta acaba con todás las cosas transitorias, y aquel destierra todas las impurezas, todos los desúrdenes,