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306 EJERCICIOS ESPIRITUALES. bles, soberanas y excelentísimas son las mercedes que Dios nos ha hecho, y que sobrepujan y exceden los alcances de la razon; pero el fundamento y raíz de todo es su santo amor. Todos los dones de Dios son indicios, son señales, son pruebas de su amor. Si el Señor crió los Cielos y la tierra, fué por amof del, hombre: la idea de este hombre que no existía estuvo primero en/la diviná mente que to- das las otras criaturas, sacadas de la nada para servicio del hombre, que era el fin para que las habia criado. ¡Oh Dios de amor! ¡Oh Dios de bondad infinita! ¿Qué necesi- dad teníais, Señor, de nosotros, ni de las cosas que por nosotros y para nosotros criásteis? Ninguna. ¿Y nosotros sin Vos y/sin las criaturas, podríamos existir, vivir; mo- vernos, hablar y pensar?»Ni porrun momento. Y á este amor gratuito, generoso é intinito, ¿cómo se paga! ¡Ay de mi! Yo me horrorizo y me confundo; no hallando qué responder. Dios :amó4 los Angeles; «y los crió espíritus libres, inmortales, inmateriales; y abandonó 4108 que pecaron, entregándolos irremisiblemente 4 los calabozos sempiternos; ño los'amó tanto como'á mí, pues despues de tabtas culpas mé: ha' llamado á penitencia, me ha es erado'á penitencia, y prometido recibirme favorable mente si' vuelvo 4 él acompañado de la Santa penitericia. Dios auió sú salud, su honta y su vida; pero no tanto como á mí, pues entregó su vida, sú honra y su'saludá la muerte 'ignominiosa de"cruz, porque 'yo' nó mé pere diera. ¿Qué maravillas son estas que estás escuóhánido, alma mia? Si un Rey de la tierra hubiera hétho contigo el menor de los beneficios que Dios te ha heéko, ¿qué de- berias hacer "por 61? ¿Séria'mucho “servirle; obedécere; amatle? ¿Seria mucho caminar por agrádecerle 'hasta'lós extremos de Ta tierra? ¿Si estando enfermo te sanára! 'Si hallándote ciego te diera vista, sí viéndóte pobre te enri- queciera, si mirándote muerto te resúcitáfa, ¿sériá exce? so de agradecimiento en tí, “alma mia! publicar stis bes neficencias, y emplear los sentidos de ta cuerpo y las pjo- tencias de tu'almáa en obséquio'de tan magnífico” bieñ-