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292 EJERCICIOS ESPIRITUALES. Mas por cuanto el amor abraza muchas especies, y contiene muchas diferencias de amores, es de la mayor importancia no equivocarlos, y'dar una breve idea si- quiera de cada uno, dejando para despues el exponer los grados por donde podremos subir al mas perfecto de todos. Ved ahí el asunto de esta plática doctrinal, divi- dida en dos partes: en la primera trataremos de las cla- ses y diferencias del amor, explicando de paso cuál sea indiferente, cuál natural, cuál vicioso y cuál virtuoso; y en la segunda parte diremos por qué medios deberemos llegará la posesion del amor hermoso, puro y santo del Señor, para que mañana digamos oportunamente dée-qué modo hemos de amár'á Dios en llegando 4 la posesion de su divino amor. Eset Altísimo y «sempiterno Dios que ceñiste todo cuanto la-ley y los Profetas mos mandan 4 este suavísimo pre- cepto del amor, no permitais, Señor, que dejemos de cum- plirle por la perversidad de nuestro: corazon; ni'que le exfraviemos con otros, amores 'interesados, mundanos, inútiles: y viciosos. Concedednos esta: gracia porla inter cesion de: María Santísima, vuestra Madrey nuestraama- bilísima protectora. : ' to ] 5 Primera parte. Despues que nuestro amabilísimo Redentor Jesús i1m- puso silencio á los perversos Saduceos con: la. irresistible fuerza de sus palabras y la pureza de su doctrina, se le- vantó uno de los maestros de los Fariseos, que era doctor de la ley, y: tentando al Señor, le preguntó: Maestro, ¿cuál és el mandato grande de la ley? Su divina Mages- tad con admirable mansedumbre y entereza le'»respon- dió: amarás á tu Dios cor todo tu corazon, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Este es el primero y el mas grande de todos los mandatos de la ley, y. el que se le sigue y es semejante á éste, es el de amar al prójimo como á vosotros mismos. Aquí tienes en com