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284 EJERCICIOS ESPIRITUALES. DIA OCTAVO POR LA TARDE: MEDITACIÓN PRIMERA, Que debemos amar á. Dios por los males de que mos ha librado. ¿Consideraste, alma mia, esta mañana el nunca bas- tante bien agradecido beneficio, de haberte Dios resuci- tado. de la muerte de la culpa 4 la vida dela gracia? ¿Consideraste que este don del Cielo le recibiste, sin mé- rito alguno tuyo bueno, y con muchos deméritos malos, por pura y gratuita misericordia del Señor? ¿Consideraste ue Hl siempre ha sido para tí Padre piadoso, amigo yer- dee liberal protector, bienhechor magnífico, juez,mi- sericordioso, y perdonador de tus culpas sin, límites. ni tasa? ¿Y qué jamás has experimentado que el Señor no fuese para tí alegría en tus tristezas, remedio en tus ma- les, salud en tus enfermedades, consuelo en tus afliccio- nes, paciente en esperarte, benigno en recibirte, y mi- sericordioso en perdonarte? ¿Y no has desfallecido de amor á su "bondad ó muerto de contricion al pensar que tú, alma mia, has sido ingrata á sus beneficios, rebelde á sus mandamientos, desconocida á sus finezas, y que has yi- vido como si Dios no existiera, ni hubiera castigo eterno para tu pecado? ¡Preciso es que su misericordia sea infi- nita, pues no la ha superado tu obstinacion. Eleva tu entendimiento al conocimiento de esta verdad, y procura que tu voluntad arda en llamas del divino amor. Pero no olvides otros beneficios que aunque de un órden inferior yo dejan de ser muy apreciables,