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gn EJERCICIOS ESPIRITUALES. ban 4. los pecadores antes de la venida de Jesucristo, Despues que este Dios hombre instituyó el adorable sacra» mento de la Penitencia, como un juicio en que hade haber reo y juez, éste no puede pronunciar sentencia, si aquel no le manifiesta las culpas; y. de aquí nace-la obligacion de pedir á Dios misericordia y esperarla diciendo al eon- fesor los pecados. Pareceria duro este precepto, ya por la dificultad de decir todos los pecados mortales, ya por la vergúlenza natural de manifestar los mas secrétos, los.-mas feos, diceel.sacrosanto Concilio de Trento, si nose re compensase esta dificultad superabundantemente con: los consuelos inexplicables é indecibles'comodidades que ex- perimentan los. que oyen decir que sus pecados les son perdonados, que vayan en paz y no quieran más pecar. Esta es, Señoras, la institucion divina de este salutí- lero. Sacramento, Esta es la potestad que concedió Jesu- cristo á sus Sacerdotes para perdonar todos los pecados: la obligacion de los penitentes, es decirlos todos con ver» dadera contricion; porque cualquiera culpa mortal de obra, palabra ó pensamiento, de omision ó comision, que por yergúenza ó por ignorancia. culpable, $ por malicia se callase, resultaria mala y sacrílega la confesión, «y nada. propondrian á la divina misericordia para que les perdonase, aunque digesen muchos pecados, si callaban con cierta ciencia alguno, ó algunos 'otros. Es menester confesarlos todos, despues de haberlos aborrecido 4 todos, con todas las circunstancias que los hayan acompañado, y Segun que se presenten en la conciencia despues' de bien examinada: bien sean circunstancias que los: espe» cifiquen; esto es, que los den nueva y distinta malicia por razon del lugar donde se cometen los pecados, ¡por razon. de las personas que cometen los pecados, ¿de otras cosas que intervienen enlos pecados; ó bien sean circúns- tanciasque notablemente agravan los pecados, aunque no los hagan mudar de especie...No necesitamos desmenu zar estas verdades: baste decir en una palabra, que debemos ponfesar nuestros pecados mortales, segun que se hallen