BCCPAM0001138-1-2900000000000
DIA SETIMO. 263 cer á nuestro primer principio y último fin; en una pa- labra, por no hacer todas las cosas con recta intencion, es la mayor miseria que puede imaginarse. No seamos, pues, -'tardos 'Y pesados de corazon. Co- nozcamos, apreciemos este riquísimo tesoro que se oculta en el asunto que tratamos. ¡Demos infinitas gracias á Dios que nos'ha hecho tan fácil 6u adquisicion: Dediquémo- nos desde este momento á.no perder las obras, palabras y pensamientos, por no dirigirlas, ofrecerlas y encami- narlas á Dios. Sea Dios el.centro, de muestros deseos, el objeto de nuestros pensamientos, la materia de nuestras palabras, el. principio y finde nuestras. obras. Digamos abrasados en caridad lo que decia mi Seráfico Padre San Francisco: Dios mio y todas las cosas. Sea Dios todo para nosdtros¡y, seamos todos nosotros para Dios. 4. quien sea dada. todagloria; «honor , culto y magnificencia ¡por los siglos de los siglos. Amen: 109 8 h
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz