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Ó A 2954 EJERCICIOS ESPIRITUALES. lábras y lo edificante de nuestras obras. Aquí están má- távillosimente ceñidos los preceptos y mandamientos del Décalogo ; los ¿ánonies y leyes de la Santa Iglesia y: lag détertninaciones de los Príncipes. No hay legislacion que o se dirija 4' que los hombres nos aparternos deb vicio y prectiquomos la virtud : Diverte 4 malo; vebxfac: bomin. 029 Apliead éste priricipio général 47 nuestro párticular asteito y haHaveis que toda la porfeecion- de una Alma (0! dbtA' con: la mas grande pureza dé intencion; eon- siste .é6n remover y quitar 1ós: impedimentos qúe-la detie- nén; embarizan 0 imposibilitan ¡y entproporcionar:las disposiciones que lá 'perfevciónan y laumertan; ó de otro t110dó*'Ye pureza de intencion se lopra; apartándonos de - 1040 1 nado qué laimpide, y practicando todo lo bueno qué la pronmuióve» Diverte á malo! et fac bohyini asi Atnque'no se adviertáan en los cláustros monásticos aquellos espantosos desórdenes que ió Ezequiel en el templo de Jerusalem, cuando unos adoraban al sol, otros á Venus y otros á las besti de Ja, tierra; en cuya vision le manifestaba el Señof*; da los soberbios, los inconti- nentes y los avaros volvian torpemente las espaldas al Señor, é idolatraban en sus pecados; podemos y debemos recelar que se introduzca en ellos alguná inclinacion á la honra , al placer de los sentidos y á la propia comodi- dad, que como artificiosos desórdenes del .amor propio, toman parte en las acciones morales, y aniquilan ó dis- minuyenenormemente su perfeccion. Tal vez los defec- tos graves del siglo nos llenan de horror, y por su misma deformidad nos:áléjan de ¿ometerlos;cuatido:daémos casi invdnsibleifiente en estas otras faltas, que nos adormecen ox el 'tentino espiritiial: ty sirven de: impedimentos: gra- visimós á/la pureza de intencion: rd 0 Desengañiémonos, venérables Religiosas, que mien- trás nó temovábros: estos estorbos ;:'no podremos»coñtar cón lá verdadera: libertad de espíritu , propia de los'sier- vos del Señor:Si con una generosa mortificacion no re primimos esta inelibacion que todos tenemos á: que nos