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DIA SETIMO. 247 DIA' SETIMO POR LA TARDE. MEDITACIÓN PRIMERA, Que debemos amar á Dios por los bienes dernatwiraleza que ha dado á nuestra alma. Considera, «alma: mia; ás palabras con que todo un Dios ¡Omnipotente y Santo; uno en esencia: y trino en Persoñas, habla de tu creacion en las divinas Escrituras: hagamos al. hombre , «dice; 4 nuestra imágen ' y seme- janza; y sta Señor:de los ¡peceslel:mar ; de las aves del aire y bestias de la:bierra. Notable expresion, alma mía, y digna de tus mas profundas reflexiones. «Ya habia criado:el Señor los Cielos, la tierra ,:el sol; Ja tuna, as estrellas; las flores; los árboles, «los peces , las aves, los frutos y los animales'; para esto no empleó ul Señor: sino una sola palabra de mandamiento.” Hágase la luz, y queda: hecha' está hermosísima criatura: :produzcá la tierrá, «y la ¡tierra sellenaba de fecundidad en fritos y animales; produzcan las aguas, los peces y las aves, y en el, momento cobraban vida y movimiento. ¡ Asom- broso poder dé la Omnipotencia! Zpse dixit, et facta sunt. Ipse mandavit ; “eb: crewt sunt. ¡Pero ay! Bl señor Dios mandó á-das otras criaturas que fuesen hechas; mas á tí, alma 'mia, El mismo es quien te hizo; No encargó esta obra á la tierra ,:á «los mas res, 4 los Cielos, ni á los Angeles: Bl mismo se 00= misionó para 'criarte: El mismo selló su divina imágen en tí; El te iluniinó con el resplanidór de su rostro, te”vi- vificó con la respiracion: de $u:bóca, y te comunicó su