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232 EJERCICIOS ESPIRITUALES. EXÁMEN PRÁCTICO SOBRE LAS POTENCIAS DEL ALMA. Nosotros, venerables Religiosas, pensamos; nosotros nos acordamos de las cosas pasadas: reflexionamos sobre las presentes, barruntamos las por venir, queremos unas, aborrecemos otras, elegimos éstas y dejamos aquellas. Nada de esto puede hacer nuestro cuerpo: él es todo ma- teria, y ésta ni piensa, ni quiere libremente, ni reflexio- na. Preciso es confesar que hay dentro de nosotros un ser espiritual, una alma racional adornada de memoria, entendimiento y voluntad por la mano del Omnipotente, para premiarla ó castigarla despues, segun el uso que haya hecho de estos dones del Señor. Debemos, pues, imitar al Santo Job clamando al Cielo para que se nos manifiesten los defectos que hubiésemos cometido en el uso de estas tres potencias de nuestra alma: ¡Scelera, mea, el delicta ostende miht. Examinemos, venerables Religiosas, ¿si nos acorda- mos frecuentemente de Dios?... ¿Si agradecemos los be- neficios que nos ha hecho? ¿Si le pedimos por nues- tros bienhechores?... ¿Si nos alegramos del bien que con su gracia hicimos en nuestra vida pasada?... ¿Sinos en- * tristecemos y dolemos del mal que por desgracia nuestra practicamos;... ¿Si revolvemos en la imaginacion las ocasiones peligrosas en que nos vimos, y sentimos no habernos entregado á los desórdenes que se nos presen- taron?... ¿Si hablamos en nuestro interior como si estu- viéramos en tal sitio, con tales personas y. en tales ho- ras?... ¿Si damos gracias á Dios porque no. permitió que naufragase nuestra inocencia en tan grandes peli- gros/... ¿Si le pedimos perdon de los pecados que con tanta frecuencia nos representa nuestra memoria?... ¿Si somos tenaces en mantener en ella las injurias que. nos han hecho nuestros prójimos?... ¿Si nos acordamos de la