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noni A o a po. 2 o ais) A oro a 294 EJERCICIOS ESPIRITUALES. admirable, que solo podia ser don del Todopoderoso! ¡Pero ay! ¡Qué corta fué la duracion de aquella felici- dad! ¡Qué momentánea! Traspasa Eva el precepto del señor, come la fruta del árbol vedado, tienta y vence á su marido para que tambien la coma; y ved ahí que ex- perimentan una transformacion asombrosa en sus cuer- pos y en sus almas. Escóndense de Dios que los llama en el paraiso, se culpan mútuamente, sienten su desnudéz y los funestos efectos de su pecado, y pierden por. él la paz. con Dios, con el prójimo y consigo mismos. ¿No ad- vertís, venerables Religiosas, como la desobediencia al precepto del Señor fué la ruina de nuestros primeros pa- dres, y la causa de nuestro contínuo llanto? No lo dude. mos. Si pretendemos mantener la paz con Dios es me- nester arrojar dé nuestro corazon el pecado, y todo pe- cado de cualquiera especie y gravedad que sea. Porque primero se juntará el Cielo con la tierra, y la luz con las tinieblas que se una y forme amistad entre la santidad por esencia y la suma malicia : entre Dios y el pecado. Debemos, pues, no admitirle en el alma por mas que las sugestiones de la serpiente antigua, las falsas máximas del mundo, ó la rebelion de nuestras pasiones, traten de darle entrada por la puerta del consentimiento; ó si por desgracia nuestra le admitimos, debemos procurar des- térrarle de ella con el dolor mas verdadero, con el pro- pósito mas firme, con la confesion mas entera, y la mas pronta satisfaccion. Mas entended, Señoras, que para mantener la paz con nuestro Dios no debemos solamente apartarnos del único, del sumo y mas aborrecible mal que es.el pecado; debemos además practicar el bien; pra cticar la virtud. El mismo Espíritu Santo que nos di- ce: Diverte á malo, es el que añade, eb fac bonum. No hay paz sin la observancia de Jos mandamientos de Dios: no hay paz sin el cumplimiento de los preceptos de la santa madre Iglesia: no hay paz sin observar la obediencia que hemos prometido, sin guardar la castidad que he- mos votado, sin cumplir la pobreza evangélica, yla
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