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299 EJERCICIOS ESPIRITUALES. ellos los Harman , que los erédulos eristiarios han concés bido de la virtud y el vicio; dél: premio y el castigo eterno. Ellos no solo se presentan: con úna tranquilidad exterior, chocante y atrevida; sino que nos insultan y menosprecian cuándo temblamos :4 la vista dé: los tef- ribles juicios del Señor., Péro enando mas embebidos sé miran en sus desórdenes, cuando mas se dejan arrastrar de sus vicios, cuando mas se olvidan de Dios"y de sí mismos; una voz triste se deja oir en su alma, que con una elocnencia irresistible les dicé : hiciste mal, pecaste. Aturdidos con ella vuelven 4 entregarse con una fuéva fuerza á sus pecados, y tener parte en todos los placéreg . de los sentidos, y los deleites del mundo. Quieren salirse fuera de sí mismos con estas viciosas disipaciones pará no volver á escuchar aquel predicador importuno; pero'á pesar de todas sus industrias /6l repite su terrible voz y clama: hiciste mal, pecaste. Al fin, venerables Religio- sas, es una: verdad que esa clase de hombres no tendrá paz: Von est par impiis; y que si ellos aparentan una grande fuerza de espíritu comio efecto de su paz, todo ello: es falso; comio decia San Bernardo. La paz des- ordenada decia el mismo Sañto, es ctrando 'se toleran los abusos y las relajaciones sin aplicar un eficáz reme- dio, por no alterar los ánimos de: los inquietos, por nó causar sentimientos, por disimular y mantener la paz. Esta paz, dice, arruina, destruye, y pierde la observan: cia monástica; pues no aplicando el competente castigó dr 109 transgresores de sus reglas y Constituciones, loque hoy es un defecto de unos, mañana es uná relajacion de todos': hoy" falta ná persona en el silencio; lo:vé la prelada “y” calla: mañana faltan dos: :ló sabe y calla: otro dia yá no donocen lugar, tiempo, ni horas en que se deba observár el silencio. Entra uña prelada obsér- vanto, quiere remediar aquel abuso convertido en relaja- cion , y yu no'puede sin incomodar á casi todas. No se atreve á turbar la paz de su comuñidad, y sigue el abuso con detrimento de la observancia regular: y del

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