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DIA SEXTO. 201 ducido en tí la repetida entrada del Señor en tantas comuniones? ¡Ay qué cargo por la falta de nuestra pre- paracion y verdadero agradecimiento! PLÁTICA SOBRE EL SILENCIO. e — Dico autem vobis quoniam omne verbum otiosum quod locuti fuerint homines, reddent rationem de eo in die judicit, Matth. e. 12, v, 36. Una de las prácticas mas esenciales á la. vida: reli- giosa, uno de los puntos mas importantes á la perfeccion del espíritu, uno de los principales fundamentos de la profesion monástica, el sello que el celestial Esposo pone sobre la boca del solitario, la llave que encierra su te- soro, el ornamento, la gloria y el carácter de las esposas de Jesucristo, es el silencio. Sí, venerables Religiosas, el silencio es la ciencia de los cláustros, el buen olor de los monasterios, el elemento de la soledad y el alma de la observancia regular. El silencio es aquella sábia y santa cireunspeceion que reflexiona atenta sobre las pa- labras que deben callarse ó proferirse : que pone en ór- den y dá solidéz á los discursos: que elige para decir las cosas el tiempo mas oportuno, despues de haber cono- cido 4 fondo su valor: que se abstiene de todas las pala- bras que la razon y la religion condenan, y no habla sino despues de haber consultado y escuchado á Dios. Ins- pirados por la Sabiduría del Cielo los fundadores y refor- madores de las órdenes religiosas han ordenado sapien» tísima y estrechísimamente esta saludable práctica ; to= dos los directores y maestros de la vida espiritual la pros» Bi di e Ml ' $ $ vi $