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PP. os DEAR AEARTDIAN PARE TR pa A e mr t h E Hi Ds PER PRAT 5 E A € 200 EJERCICIOS ESPIRITUALES. hombre por nosotros; mas cuando se nos dá en el Sa- cramento hace dioses á los hombres. No se muda el manjar en la sustancia del hombre: el hombre es el que se une é incorpora con ese divino manjar. El que come mi carne y bebe mi sangre, dice el Señor, está en mí y yo estoy en él. ¡ Y es posible, alma mia, que esta dá- diva asombrosa del divino amor nos la hace el Señor cuando Judas trata de venderle: los ministros y solda- dos de atarle, prenderle y encarcelarle : Jos verdugos de azotarle, coronarle desespinas y escarnecerle: Herodes de burlarle, Pilatos de sentenciarle, y los Judíos y Gentiles de crucificarle, quitándole la vida entre los tor- mentos mas horrorosos! Sí, alma mia, en ese tristísimo tiempo, cuando todos se conjuran contra el Santo de Is- rael, contra el Mesías prometido en la ley y los Profetas, contra el hijo consustancial del Eterno Padre y de María Vírgen; este Príncipe de las eternidades, este Rey de la gloria trata de venir á nosotros, de aposentarse den- tro de nuestro corazon, para hacernos el mayor de todos sus beneficios. ¡Estupenda muestra del mas inextin- guible amor! Entró el Señor en el vientre de su purísi- ma Madre, y la trasformó en sagrario del Espíritu San- to. Entró en la casa de Zacarías, y santificó al Bautista. Entró en su nacimiento en un establo, y le convirtió en un paraiso de los Angeles. Entró en Egipto y derribó sus ídolos. Entró en el Jordan y santificó sus aguas. Entró en casa de San Pedro y sanó á su suegra. Entró en casa de Jairo y resucitó á su hija. Entró en casa de Zaqueo y le justificó. Entró en casa del Fariseo y per- donó á Magdalena. Entró en el huerto y le regó con su sangre. Entró en el sepulcro para hacerle glorioso sa- liendo de él resucitado. Entró en el limbo y sacó los Santos Padres que le aguardaban. Entró en el Cielo y le llenó de nueva gloria. Entró en tu pecho, entró en tu corazon , entró en tu alma, y tantas veces y tantas. . ¿y qué? ¿Eres mas humilde, mas casta, mas mortifica- da, mas modesta, mas caritativa? ¿Qué efectos ha pro-

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