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198 EJERCICIOS ESPIRITUALES. verdades, cómo está nuestro corázon, venerables Reli- giosas, delante del Señor? ¡Vivimos contentos en el:es- tado monástico 4 que su adorable Providencia nos coñ- dujo?... ¿Pretendemos oficios, cárgós 0 prelacias enel convento, sin aquietar nuestro espíritu con aquellos mi- nisterios que se nó$ énicafgaron?... Mala señal, venerapbles Religiosas. Nosotros oimos la voz de Dios, y nos confor- mamós don a vólúitad sarita y adófable, cuando Olmos obedecemos la voluntad de nuestros superiores. Quien 30400s desprecia 41 Mmistó Dios desprecia. ¿Cómio recibi- mios los dólóres y ehfermedides '4 que está sujeto muestro mortal cuerpo”... ¿Sonros impertinentes y excesivamente delicados cón las persónas que nos usisten?..: /; Queremos ser tértadós con 114s €smeró qué los póoderosós del siglo?... ¿Múrmnranids de la tardanza de la enférmera, dél deséuido de la cocinera, de la faltá- de concurrencia de la otra Religiosa, ó de la seriedad y entereza de la pre- lada?... ¡Ay! ¿Cuál és nuestra paciencia para sufrir la contrariedad de dictámenes 14” diferencia de gérios y las demás molesti4s del trato húmaño?... > Cómo “mos Nortimós eá las tentaciones, en las oscuridades y deso- aciónes del éSpiricu?... ¿QUÉ fruto sacamos de estás proe- bas 'con que la divina Providencia nos humilla para ele- varnós al conocimiento de los desighiós ¡de Dios?.... Acabemos de conocer que si no*seguimiós 4 Jesucristo hasta el Calvario, to llegaremos como Ti hasta el mon- te Tabor. El que no padecé con Jesucristo, no se gloria- Yá Con El. ¿Han mejorado nuestro espíritu los grandes bíérles Yue hemos Tecibido de Dios?... ; Los atribuimosá Huestio niérito 4 Tiwestris Fierzas 4 nuestra industri?.,. ¿Qué “uso hemos Hetho de ls ¿onsolueivres don quie el Señor ha yisitado á nuestra “alma?... ¿Haíh servido para engrofrios y pensar vanamente de nosotros?..: 1 Infeli- cés Si tal hicimos ! Desénpañémonos, que jamás logrará perfecta ttinquilidad' nuestro corazón, "frientras que múértos al ntundo y 4 vuestra propia voltitad no joda- mos decir: vivo yú, mas yá nó Yo: Jesucristo vive en