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DIA SEXTO. 197 los diamantes se ablandarian, si escucháran estas pre- guntas; ¿y tú, alma mia, vencerás en dureza á los dia- mantes, los bronces y los peñascos? Piénsalo bien, y trata sériamente de enmendarte. EXAMEN PRÁCTICO. SOBRE LA CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS. Si quieres, dice el Señor en el salmo veinte y cinco, conseguir una vida buena, pacífica y meritoria, guarda tu corazon de malos pensamientos, tu boca de malas pa- labras, y tus manos de obras ilícitas. El que esto hace recibirá la bendicion del Señor, y la misericordia del Dios de su salud. ¡Qué palabras tan luminosas, venerables Religiosas! ¡Qué llenas de divina sabiduría! Pidamos como el Santo Job las luces del Cielo para entenderlas, para descubrir en ellas nuestra obligacion de conformar nuestra voluntad á la voluntad de Dios, y llorar los de- fectos que en este particular hubiésemos cometido: Sce- lera mea, et delicta ostende mihi, Dios es la santidad por esencia, y todo cuanto ha hecho por nosotros, cuanto hace, y cuanto hará en todos los siglos, todo vá dirigido y encaminado para nuestro bien: su amor para con nos- otros, todo lo dirige para provecho nuestro, con una econo- mía y órden admirable. Sentimos muchas veces los dolo- res, las enfermedades: las contradicciones de los hombres, las tentaciones de los demonios, las alteraciones de los ele- mentos: experimentamos otras las felicidades mas com- pletas que pueden hallarse en esta miserable vida; ¿pero entendemos que no se mueven las hojas de los árboles sin la voluntad de Dios: que nada acontece sin su mandato ó per- miso: que toda nuestra perfeccion no está en los ayunos, en las vigilias, en las disciplinas y maceraciones de la car- ne, sinoen conformar nuestra voluntad con la volutad de Dios? ¿En querer loque El quiere, amar lo que El ama, y aborrecer lo que aborrece? ¿A la presencia de estas grandes 14 Po Ñ | ii i Y t do Í

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