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188 EJERCICIOS ESPIRITUALES. peligro que la urdió el demonio: la virtuosa Dina perdi- da por la misma causa en la ciudad de Sichén: las hijas del Santo Loth, abusando del extravío del juicio de su padre, á que ellas mismas le condujeron con el exceso del vino: Thamar por salir disfrazada al camino por don- de habia de pasar su pariente el Patriarca Judas: la hija de David, llamada tambien Thamar, por no huir el fa- tal encuentro de su mismo hermano Amnon , y otras in. numerables nos enseñan el sumo cuidado que en el mundo es menester para no precipitarse en los peligros que en el mundo á cada paso se presentan. Y cuando á fuerza de sábias y vigilantes precauciones y ayudados de los auxilios del Señor consigan evitarlas, ¿cuánta di- ligencia y desvelo cuesta el retirarse? ¿El disfrutar si- quiera por una hora la dulce paz del alma? ¿La tranqui- lidad del espíritu y sosiego del corazon? Una multitud asombrosa de precisas obligaciones del estado, del oficio, de los estilos del mundo, se preséntan para estorbarlo. ¿Quiére una persona distinguida retirarse? Luego so- brevienen innumerables accidentes que lo impiden. Un pleito sobre la hacienda, cuya decision está pendiente: un marido. que exige su asistencia con imperio: unos hijos que incomodan en su. crianza, y no cesan. de dar cuidados para su colocacion: unos criados y criadas so- bre cuya conducta es menester velar con la mayor aten- cion: unos administradores que presentan las cuentas y el estado de la casa: unos colonos que piden próroga para £!l. pago de sus atrasos: unos artesanos que claman por. la satisfaccion de sus trabajos: los dias en que se de- ben enviar á tales parientes y conocidos: las visitas que es forzoso recibir: el pésame, la enhorabuena que es preciso dar... ¡Oh Dios. inmortal! ¡Cuántos estorbos se presentan en el mundo á las personas distinguidas para tratar eficazmente en el retiro de su eterna salvacion! ¿Serán acaso menores las que experimentan los pobres? No hablemos de los mendigos que por el aborrecimiento al trabajo se entregan á una vida vergonzosamente in-