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166 EJERCICIOS ESPIRITUALES. hecho: El lo mandó, y todo faé criado. Un Fiat fué bas- tante para criar la luz, el 'sol, las estrellas, los Angeles y los hombres. ¡ Y" para *redimirte dé la esclavitud del pecado y de la muerte, cuánto fué “menester? ¡Oh Dios inmortal! ¡Qué enfendimiénto humano ó angélico lo puede comprender! ¡A qué excesos de caridad no le cón- dujó su amor para con los hombres! Si nirieno ' tiene mayor cáridad que el que pone la vida' por sus 'amigos, uf exceso de caridad será dar la vida por sus enemigos. Si pudo redimitnos por otros medios sid tanta costa; y sin perder la vida el autur de ella, uméxceso: de ampr fué entregarse á los tormentos y la muerte por darte 4 tí la vida. Si estando un vil esclavo en la cárcel cargado de ea- denas'y sentenciado á muerte por sus enormes delitos, pasase por la calle el Principe, y tompadecido de aquel miserable pidiese con empeño al Rey st padró sí 'liber- tad, demostraría con esta accion la termura del corazon con que le amaba: ¿péro hasta dónde llegaria bl exceso de su amor, si por conseguir el perdon'de aquelculpado volvieso á la cárcel, le quitase las cadenas, sd las pusiese 4 si mismo, se ofreciese 4 morir por él, y efectivamente muriése y pagaxe por sus delitos? ¿Habria palabras bas- tante expresivas de la: grandeza y heroicidad do” este amor' ¡Oh' Rey celestial y Principe dé: la gloria! Aquí veo mi triste situacion, y la grandeza inexplicable de vuestro amor. Yo estabá “encerrado en la cárcel de mis vicios: yo estaba atado con las cadenas de mis pecados: yo estaba condenado'4 muerte eterna por mis delitos; y Vos, Señor, tomásteis sobre Vos mismo mis enfermeda- des, y hecho obediente hasta la muerte y mu rte de cruz, librásteis mi:alma' dé la muerte, mis ojos delas lágrimas y mis piés de la caida. ¿Quién será tan duro y fam obs- tinado que nó incline su ánimo para amaros, cuamdo tanto nos amásteis que nos layaste nuestros pecados con vuestra sangre? Ciertamente, Dios mio; y Redentor mio, te muestras amante de nosotros en el cáliz que por nos-