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148 EJERCICIOS ESPIRITUALES. del Señor! ¿Quiéres;, alma mia ser felíz? ¿Quiéres ser temporal y eternamente dichosa ? Resuélvete generosa y eficazmente, á no emplear los sentidos de tu cuerpo y las potencias de tu alma, mas que en conocer y amar á tu Criador en la tierra para verle y gozarle eternamente en el Cielo. EXÁMEN PRÁCTICO SOBRE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD. Tan profunda herida hizo en nuestra alma, venera- bles Religiosas, la primera sugestion de la serpiente an- tigua, cuando dijo 4 nuestra madre Eva: sereis como Dioses; que para desterrar.de nosotros la soberbia, y co- nocer los defectos que hubiésemos contetido contra la virtud de la santa humildad , necesitamos como el San- to Job clamar al cielo, y pedir á Dios que nos ilumine para conocerlos: Scelera mea et delicta ostende mihs. La humildad es muy necesaria á todos, y muy particu- larmente-á las personas Religiosas. Será muy difícil que muera como el Santo de la órden quien viva soberbio. Quien no tiene humildad no puede vivir obediente á sus superiores, benéfico á sus iguales, ni afable á sus inferiores. El perturbará la paz de su, monasterio, y con sus intrigas, su ambicion y vano concepto de sí mismo, se creerá agraviado si no le alaban, si.no le eleyan y Colocan en los primeros empleos de la órden. Por el contrario un verdadero humilde. Este sujeta con pronti- tud su propio juicio al superior: este se cree inferior á todos sus hermanos: jamás se- confia de sí mismo, y atribuye á Dios todo el bien que hace: no se resiente ni se aflige porque no le atiendan ni premien su verdade- ro mérito, ni se revuelve contra. sus mas injustos perse- guidores: huye los empleos distinguidos, apetece los oficios bajos, no juzga ni habla de sus prójimos con vi- lipendio: á todos los tiene por mejores, y no se irrita ni