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o e ii A 134 EJERCICIOS ESPIRITUALES. yo todo lo reputaré por nada con el fin de ganar á Jesus cristo: unirme al Señor, y hacerine un espíritu con él, será toda mi esperanza, mi consuelo y mi descanso, mi felicidad y mi plória. . Vos, ¡0h Dios Eterno! nos mandais búscar primero el reino de Dios y su justicia, y Nos aseguráis que despues se t0s darán todas las otrás cosas: Vos nos dec que cuidais del huérfano, y del pobre abandonado 4 vuestra adortble providencia : “Vos me aseguraís qué sois mi: por- ción , mí héfedad, y mi premio grande: Vos afirmáis que el Cielo y la tierra podrán falta ; pero que jamás faltará la verdad de vuestras palábras: pues, alma mía, descansa felizinente sobre estos divinos oráculos: amá 4 quien te promete su verdad eterna: despréndete de los cuidados de la tierra, y volarás al Cielo cón la dichosa libertad de los hijos del Señor. PLÁTICA SOBRE LA OBSERVANCIA DE LAS CONSTITUCIONES. —ee— Hec est voluntas Dei sanctificatio vestra. Ad Thesál, 4. 3. En todas las ciudades y plazas de armas, por «mas fuertes que aparezcan por la naturaleza Y por el arte, se ven siempre además de las murallas varias cercas. bs. tacadas, fosos y otras fortificaciones que las defienden, y hacen mas inexpugnables; y mientras estas óbtag ex. teriores no se demuélan ó árruinen, jamás se tomarán las ciudades fuertes, ni los enemigos se podrán Acetcar ú las infóriores murallas, para hacer brecha en ellas 6 escalarlas. A éste modo, venerables Religiosas, pode-