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DIA TERCERO. 107 los ojos sino en mirar el Cielo: no abriendo la boca sino para entonar las divinas alabanzas: no aplicando los oidos sino para escuchar la voz de la obedientia y el con= sejo del sábio y virtuoso confesor; y dedicando las po- tencias de vuestra alma en conocer y amar Jas infinitas perfecciones de vuestro Dios. Esta es la extension del voto de vuestra castidad, que ofrecísteis á vuestro Esposo en presencia de los sagrados altares. Las cosas del niun- do, por inocentes que al principio os parezcan, podrian al fin ofender la pureza de vuestros ojos: los diseursos del mundo vendrian poco á poco 4 manchar vuestros oidos, y la limpieza de vuestros labios Con que recibís frecuen- témente las inmaculadas carnes del Hijo de la purísima Vírgen : lus vanidades del mundo, sus estilos, «us nove: dades y costumbres, llenarian vuestro espíritu de ilusio- nes, de errores y de ideas agenas de un alma toda de Dios: las amistades del mundo... ¡Ay Dios! ¡Á Cuántas inocentes Religiosas en algun tiempo, precipitaron en un abismo de corrupcion! En “una palabra, cuanto no sea puro, santo, celestial y divino, todo os degrada, en- vilece é infama. Difícil es, yo lo confieso, la victoria; pero Dios á nadie permite ser tentado mas de lo que con sus fuerzas y la divina gracia puede tolerar: una resolu- cion vigorosa, firme y eficaz, con que determineis de- jarlo todo, y perderlo todo por no perder á Dios, sale victoriosa de estas peligrosas batallas con los auxilios del Señor, y con el uso de aquellos medios que la misma religion nos proporciona. ¿Cuáles son estos? En la Pláti- ca de la tarde los explicaremos, mediante Dios. Por «hora no nos lo permite la estrechéz del tiempo que debemos economizar para exbortaros á ser fieles á vuestro Esposo el mas amable, el mas hermoso, el mas rico, el mas sá- bio, el mas santo, y el mas perfecto: á vuesiro esposo Dios y Hombre verdadero, que os crió, redimió, sacó del mundo, cendujo á la religion, y os proveyó en ella de todos los socorros para el alma y para el cuerpo: á vues- tro Esposo que os libró de los innumerables males de al- A Ñ ' y Sl PA 0 184 a

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