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GRA ra >” ame 92 EJERCICIOS ESPIRITUALES. DIA TERCERO. y | POR LA MAÑANA, MEDITACION PRIMERA. Sobre el origen del amor de .Dios para con nosotros. No solo, alma mia, has de considerar la grandeza, la antigiedad y eternidad del amor de tu Dios y Señor para contigo, sino el principio, la raíz y el orígen de donde dimana. Profundas meditaciones exige una ver- dad tan importante. No pienses que te amó porque tú lo merecias. Ninguna otra criatura le ha sido tan inobe- diente, tan rebelde y tan ingrata. No te persuadas que su divino amor es ciego, apasionado y antojadizo. El y ama con una intension infinita, y ama á una criatura fl llena de imperfecciones y miserias. Es verdad. ¿Pero nx cuál es la causa de tan estupendo amor? Levántate, alma y mia, sobro tí misma: sube á los primeros principios, dE: acércate al cielo Empíreo, y á los piés del trono de la adorable y beatísima Trinidad, considera como puedas A la grandeza inestimable, y las perfecciones incompren- ERES sibles, que todas las tres Divinas Personas concedieron á la santísima humanidad de Jesucristo en el momento uN mismo de su concepcion en el vientre virginal y purí- 00 simo de María. Consideralo, y verás que allí le fueron PEGA concedidas tres gracias tan grandes, que cada una en su manera es infinita. La gracia de la union divina, la bi gracia universal de cabeza de toda la Iglesia, y la gra- pl cia esencial de su alma. ¡Oh qué misterios, alma mia, tan divinos! Diósele primero á aquella santísima huma-

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