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Magna et mirabilia sunt opera tua, Domine Deans Omnipotens: justia et vera sunt vie tue, Rex seculo. rum, Quis non timebit te, Domine, et magnifAcadit nomen tuum? 4 Grandes y admirables son tus obras, Sefior Dios Todopoderoso: justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los siglos. gQuién no te ha de temer joh Sefior! y no ha de ensalzar tu nombre? (Apoo. , cap. xv, versiculos Sy 4.) !. Asi se modulaen el cielo el cantico de Moisés y del Cordero: asi, en el éstasis interminable, que produce en los moradores de la verdadera tierra feliz la contem— placion de las obras de Dios, se esplican en voces de ale- gria los sentimientos de aquellos corazones, fijos 6 in— mobles para siempre en el objeto de su amor. Son estas ‘voces dulces como el canto de las aves, que, situadas entre ramajes olorosos, amenizan el silencio de los va—_ lles, al derramar la aurora en la tierra las hebras de la luz, que asoma por montes no lejanos. Son sonoras y magnificas, y segun se espresa el discipulo amado que ‘Jas oyé, se parecen 4 la vez al murmullo de muchas aguas, al estruendo de los truenos.y 4 la suave melo- dia de mil arpas manejadas habilmente por otros tantos artistas (1). Es esta la ocupacion que tienen los angeles y los (1) -Apoc., cap. xiv, vers. 2,