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oa I in na, como las que usan nuestros predicadores en Alemania; una de ellas de un tamajfio bas- tante grande, la otra mas pequefia. 3) Si el baul indicado no basta, las cosas que no se necesitan durante el viaje pueden meterse en cajas, las cuales no deben pesar mas de 70 kg., como tampoco el batil de cama- rote. Deben ser en su forma mas_ bien. planas que ctibicas, para que, en caso dado, puedan fa- cilmente ser atadas a la silla de montar de un asno. Las cajas han de ser tan fuertes, que es- té excluido el peligro de una rotura. Al atra- vesar rios, cualquier bulto puede caer al agua, por lo cual son perjudiciales los agujeros en la madera y las grandes rendijas, sobre todo para las cosas, que sufren con el agua. Las cajas pueden estar cerradas con clavos o con_ torni- llos y deben ir precintadas. _ Il—Modo de embalar. 1) Al hacer el embalaje, no se repare en gastos y sobre todo téngase sumo cuidado. Las cajas y batiles deben ser de manera que pue- dan resistir la caida de algunos metros de altu- ta, aunque contengan cosas fragiles. Ademas, envuélvase bien con papel embetunado las co-

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