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eee el Misionero a esta regla: que todo sea nuevo y de la mejor calidad. Si trae consigo cosas que no sean de valor, corre el peligro de que los gastos de trasporte a través del inmenso impe- perio chino sean mayores que el valor de la co- sa; eso sin tener en cuenta la molestia y el cos- te del embalaje. Il.—E! mejor modo de enviar objetos des- tinados para el Kansu, es que los Ileven consi- go misioneros que parten hacia alli. Asi se aho- rra, por lo regular, el porte del barco. Las mer- cancias que se entregan como carga, quedan depositadas en Shanghai en la Procura de los Padres de Steyl, hasta que pasen Misioneros de viaje para Tsinchow. No vale la pena de enviar paquetes postales, porque el embalaje, la aduana y los gastos del correo cuestan mas que lo que vale la cosa. Asi, pues; si alguno se ha procurado o ha recibido de los bienhecho- res cosas para el Kansu, pida instrucciones al P. Procurador. Cuando se envien cosas para un Padre o Hermano determinado, péngasele un rétulo claro, que salte a los ojos y bien se- guro.