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distingamos con cualquier señal externa com levantándonos, ó haciendo alguna inclinación de cabeza hacia el altar que visitamos, ó santi guándonos en cada visita, ó diciendo: Primer altar, segundo, etc.; y aun bastaría distinguir mentalmente las visitas, por no ser necesaria la presencia física sino la moral en cada altar. Los enfermos crónicos seglares, imposibilita- dos de ir á la iglesia, podrán ganar estas y Otras indulgencias, confesándose y cumpliendo las obras piadosas que les imponga su confesor, en sustitución de las visitas y comunión, si lag jp- dulgencias son plenarias. Siempre que se desea ganar alguna indulgen- cia es muy recomendable hacer antes un acto de contrición; por ser notorio que el mayor im. pedimento para lucrarla es el afecto al pecado, aun venial, si se trata principalmente de in- dulgencia plenaria. g VI Indulgencias por los difuntos. PREGUNTA 1.*? ¿Cuántas indulgencias tenemos en la Bula para los fieles difuntos? Respuesta. Por especial concesión de Su San: tidad, todas las indulgencias de la Bula de Cru- zada son al presente aplicables á las almas del purgatorio. De manera que no están circunscri- tas á las diez que en años anteriores indicaba el Sumario con el subtítulo: Días EN QUE SE PUEDE SACAR ÁNIMA; sino que pueden aplicarse tam- bién por los difuntos todas las indulgencias de que hemos hablado en los párrafos precedentes,
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