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JOR A limosna, que se invierte actualmente, por expre- tad del Papa, en el sostenimiento del ga volun : : eulto divino de las iglesias pobres de España; y jo recolectado de los Sumarios ó Bulas de carnes se distribuye en obras de caridad y beneficencia pública, conforme lo disponga el Prelado en su diócesis. Pago. 4.* Luego, para gozar de estos privilegios, ¡habremos de pagar alguna cantidad en metálico, comprando con ella la Bula? Resp. Muy mal suenan á los oidos cristianos estas expresiones vulgares, pagar, comprar, etc., la Bula; porque, siendo gracias ó beneficios es- pirituales los que por ella nós concede el Sumo Pontífice, no se pueden enajenar comprando y vendiendo con bienes terrenos, por ser éstos de categoría infinitamente inferior, y por ende ja- más serán precio equivalente de aquéllos. Por otra parte, el Papa no es propietario de las co- sas espirituales, sino simple administrador de ellas: y por tanto se halla incapacitado, por de- recho divino, para venderlas, y sí sólo facultado para distribuirlas graciosamente á los fieles, en conformidad con el mandamiento del divino Fundador de la Iglesia: gratis accepistis, gratis date. De suerte que lo que dan los católicos para adquirir las Bulas es una limosna, indispensable timprescindible, si se quiere, para quien desea disfrutar de las gracias de la Cruzada, pero nunca prodrá constituir precio de ellas. De con- siguiente, es muy impropio decir: voy á com- prar 6 pagar las Bulas; sino que conviene diga- mos: voy á tomar la Bula, etc., por ser más cris- tiano este lenguaje. AA 8 E pe PE ¿e Se 1 ROS A Ei RA

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