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48 Vida del Beató la cumbre de la fantidad. Bien es verdad, que por inftancias de un Religiofo.fe ápli- co:4 aprender á leer, y efcrivir, porque elto , le perfuadia, podria fervirle para fa- cilitarle el camino para la contemplacion; pero bien prelto havo de dejar el Alfa= beto, porque un dia eftando devotamen- te orando, le babló el Santo Chrilto, y le dixo conavoz feníible: Bernardo, tu Libro fon mis llagas, no quieras faber mas. Y deíde alli ensadelante fe dió todo al el tudio de tan gran Libro , con-tanta aten= cion, y guíto de lu alma, que abítrai- do de los fentidos , con el cuerpo levan- tado en el ayre, fe hallava cali toda la noche antela Imagen de fu Maeftro Chrif to crucificado , de cuya efcuela apren- dió todo lo que fabia de efpiricu, y de divinidad , comunicandolo á los otros con modos faciles, y palabras eficaces , re- putandofe por dichofos los Conventos, que le tenian en fu familia por el grande: exemplo , que «les dava. La Religion, decia, es un Jardin;: tan- e,