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Fr. Bernardo de Corléon. 29 bil para qualquier trabajo corporal , le aplicaron al cuidado de la Porteria: Aqui fe puede decir , comenzó á rener una vida de un Bienaventurado comprehen- for , eltando cali fiempre en contempla- cion , y como extático , y apenas avia rincon en el Convento, 0 en el Jardin, en que no le hallaflen los Religiolus con los brazos en Cruz , 0 puefto fu roftro en el fuelo, todo fuera de si , y todo arobado en Dios, En el Convento de Palermo , una no- che el Sacriftan antes de tocar a Maytines, entró en la Igleña a hacer reverencia al Santifsimo Sacramento , y vió al Siervo de Dios en la Capilla del Santo Chrifto le- vantado del fuelo diez y ocho palmos, los brazos en cruz , con ademán de que- rerfe eftrechar con fu amado , conten- plando aquella fu dolorofa Imagen. Ad- mirado el Religiofo , fue luego 4 avifar al Guardian para que viera tan admira- ble elpeétaculo. Lo mas admirable fue, que la alegria del extafis que a C-

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