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Miguel Anxo Pena González Antonio de Nebrija: gramática y Sagrada Escritura Introducción y comentario Dos vidas que se entrecruzan: Nebrljay Ramírez de Villaescusa Para un acercamiento al presente texto y contexto no tiene sentido detenerse en toda la vida del gramático Antonio de Nebrija, pues es conocida suficientemente, pero sí es necesario poner de relieve algunos aspectos de su vida, que identifican aquello que la carta al obispo de Málaga pone de manifiesto. Su vida está jalonada por la búsqueda de un reconocimiento público, que le llevará a salir y entrar per- manente del mundo académico universitario. No hay duda que los generales uni- versitarios eran una plataforma de promoción en la burocracia del estado -tanto civil como eclesiástica- cuando no un lugar apropiado para ser conocido por los mecenas humanistas del momento. Nebrija, a lo largo de toda su vida, se muestra especialmente atento a cuidar las relaciones de aquellos que pudieran facilitarle un mejor cursus honorum ouna más oportuna acomodación social o, al mismo tiempo, fungir como mecenas y aliados de su causa. En este amplio grupo habría que con- siderar a figuras como: Alonso de Fonseca, Remando de Talavera, Juan de Zúñiga, los cardenales Mendoza y Jiménez de Cisneros, la reina Isabel, Juan Rodríguez de Fonseca o el mismo Diego de Villaescusa. En este sentido, Antonio de Nebrija no se encuentra muy distante de Diego Ramírez de Villaescusa, cuya vida será una permanente búsqueda de promoción social y política, tanto personal como de los suyos. Ambos personajes son piezas del entramado político y eclesiástico al servicio de la Monarquía, hombres de estado, pero sinceramente marcados por una profunda sensibilidad religiosa y humams- tica, que será una característica propia del humanismo castellano. Esta será una de las líneas permanentes de su vida y actividad, en la que buscarán el apoyo de aquellos que se pudieran unir a su causa. Entienden, además, que la formación de los eclesiásticos (seculares y regulares) es el medio oportuno para lograr un cambio en la sociedad de su tiempo, lo que coincidía con la preocupación que había carac- terizado al propio Cisneros y su proyecto de la creación del Colegio-Universidad de Alcalá. Precisamente esto es lo que había logrado ya el mismo Nebrija desde los años de formación en la Universidad de Bolonia, gozando de las múltiples posibilidades que ofrecía, para un castellano, el haber estudiado en el exclusivo Colegio de San Clemente. El gramático se había incorporado al cuerpo docente del Estudio salman- https://doi.org/10.1515/9783111689869-011