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Consejo, colmó de favores a los religiosos cus- todios del santuario. • • Ürbáno VIII, en 16.30, acompañado de va– rios cardenales, fué á Genazzano a pedir a la Virgen preservase la ciudad de Roma de la peste que, .desolaba.: entonces a Italia. ••Inoéencio XI •la hizo coronar en 1682. Inoce~ció XIIl, Benedicto XIII y Clemen– te XIV "enriquecieron el santuario con mu- chas gracia$.. y:: privilegios. . • • • • • • Benedicto .x1y;'._.s,e hizo, inscribir en la Pía Qp)ó~. ,a . lq _cabeza de tod9s los asociados. ·> .. J{,ío,_i~?I, . en _ 1777, cqncedió el Oficio propio de 1a aparición. ; , .. . Pío IX es el que más se distinguió en la devoción a la Madre del Buen Consejo. Ce– lebró su primera Misa en Roma en el altar de la Virgen del Buen Consejo. En una pe– regr inación a Genazzano regaló a la santa imagen una riquísima diadema; cuajada de diamantes. Sobre su mesa de trabajo ostenta– ba la santa imagen. León XIII ayudó con abundantes recursos a las reparaciones del santuario; confirió a dicha iglesia el título de Basílica Menor; ins– tituyó el escapulario blanco de la Madre del Buen Consejo que quiso vestir el primero; mandó incluir en las Letanías Lauretanas la invocación «Mater Boni Consiiii, ora pro nobis». . Pío X conservó con religiosa veneración una imagen que llevó al destierro el Papa 7 , ___