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sus hijos y se cuida ,providencialmente tanto de las almas y de los espíritus, como de los cuer~ pos, de las aves y de las flores, "hace-salir su sol sobre los huenos y los malos y caer 1a lluvia sobre los justos y los injustos". Su gran atri~ buto es la bondad. Por consiguiente, si como buen hijo quiero parecerme a El lo más pos1ible, únicamente lo lograré poseyendo bondad. Es la virtud acepta a Dios y a los hombres, porque la informan la caridad y el amor de Dios y del prójimo, y porque su finalidad es difundir el bien. Es ade~ más la virtud que más alegra el corazón divino, la que mayores complacencias proporciona a nuestros •semejantes y la que más contribuye a la felicidad del propio espíritu. Siendo mi vocación religiosa un llamamiento a la vida en común, ninguna virtud es más im~ \.- prescindible que la de la bondad. Pero hay algo más importante todavía. Como por amor de Dios ·estoy en plan de renunciar a otras mu~ chas bondades de este mundo, he de necesitar vivir en buenísimas relaciones de bondad con Dios, que es mi todp. Y esta mi relación de bondad con Dios y de Dios conmigo es la piedad. El me tratará siempre como un Padre, ·- 9