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plear debidamente las palabras, a formar .correctamente las. frases, a discer– nir lo que está bien expresado de lo que .es un capricho o un -disparate, pues no vamos a creer que todos los guajiros hablan con corrección su idioma, como no todos los españoles hablan bien el castellano. No debo ocultarle que el guajiro es difícil, tanto para entenderlo como para hablarlo, pues no habiendo organismos que velen por su pureza, ni literatura escrita, todo está al azar del capricho. La pronunciación no es uniforme, sino que varía de una zona a otra y hasta de un individuo a otro. Es corriente suprimir las vocales iniciales o alterarlas, mutilar las palabras o pronunciar algunas sí– labas en forma tal que difícilmente puede percibirlas el oído más fino. Todas estas circunstancias dificultan enormemente la transcripción de los sonidos y palabras e inducen insensiblemente a errores filológicos . A los guajiros que hojeen este libro les servirá para darse cuenta de cómo está estructurado su bello idioma y las riquezas inexplotadas que con– tiene ,en espera de que alguno de esos jóvenes talentosos se dedique a desen– trañarlas. Ojalá que estos apuntes, nacidos del inmenso amor que profeso a la Guajira, les sirvan de acicate y guía. - -- - - - - - ---------... 22