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-41- viertas y hagas cristiano.- Eso de ha– cerme cristiano no hay que pensar en'' ello, contestó Ab'el: • moro he nacido, y moro quiero vivir y morir.-. Es, Abel, que sí, dijo María.- Ea, Señora, que no, respondió Abe!. En esta lucha sagrada, herido Abe! de un rayo de lµz, y no pudiendo resis– tir al llamamiento divino, dándose por vencido, respondió; Mas, '¿ cómo es po-. sible, Señora ,,que yo me haga cristiano, si no sé las cosas necesarias para bauti– zarme y guardar la ley de Cristo?-No te aflijas por eso, le respondió María San– tísima, que yo empezaré a enseñarte. Y con sus dedos sacratísimos le hizo la señal de la cruz en la frente. , Abe!, bañado en Iágdmas y lleno de compunción y ternura, buscó· un sacer– dote que Je instruyese. Fué catequizado y bautizado, y con su ejemplo maravillo– so recibieron otros cinco moros el bau– tismo. P. Calatayud-Doctrinas Prácticas, pág. 200. Súplicas y Letanías, pág. 205.