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-158 - ¡ Qué bueno y misericordioso es el Di– vino Pastor Jesús! El recibía a los pe– cadores, él comía con ellos para atraer– los a sí, él perdonó a S9.n Pedro, y a !:J. mujer adúltera, y a María Magdale– na la pecador9., y rogó por sus mismos perseguidores en la cruz, y dió el pa– raís:i al buen ladrón! Este es aquel Je– sús que dijo: "Venid a mí todos los que estáis tr::ibajados y cargados con el peso de vuestros pecados, que yo os aliviaré; no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a bus– car a los justos sino a los pecadores". Esto he querido recordarte, amada ovejita mía, para que jamás deconfíes de alcanzar perdón y para que, aunque caigas setecientas veces en los mismos pecados, acudas otr::is tantas al confesor, representante de Jesús. Mientras estés en este mundo, Jesu– cristo siempre te llamará a penitencia, te convidará- con el perdón. La miseri– cordia de Jesucristo está sobre todas sus obras y atributos. El buen Pastor :ae