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-110- practicándolas; pues así como el niño saca todo su alimento de su madre, quien se lo da proporcionado a su de· bilidad, así tú debes alimentarte de la vida divina maternizada en mi para to– dos los predestinados. ¿ Quieres tener una prenda segura de tu salvación? Procura ser mi verdadera devota. ¿ Quieres saber si tu devoción es verdadera? Mira si imitas mis virtudes. Así como Jesucristo dijo a los judíos: "Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham", así yo digo a cada una de las almas:- "Si eres mi devota y de serlo te glorías, imítame en mis vir– tudes''. Ama a Dios de - todo corazón como yo le amé; ama a tu prójimo y socórrele tlll sus necesidades espirituales y corporales como yo lo hice. Yo nunca cometí un so• lo pecado, ni siquiera una imperfección; aborrece tú también todo pecado y huye cile las ocasiones y peligros de pecar; mi humildad fué profundísima y fuí tan amante de la pureza virginal, que hu~ b'iera renuncfado a ser Madre de Dios,