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82 • iASL .ES u· ·ou:AJIRA po Palestino del Siglo 11; En todo caso vemos que eran primos de Jesús y no hermanos realmente". -- Hasta aquí la interesante nota de parentesco -Bíblico, para proseguir nues– tro relato, con miras a las otras Leyes guajiras. LEY DE HERENCIA En La Guajira son muy comunes las donaciones entre vivos; de ahí que tanto •el padre como la madre suelen hacerles a sus hijos donaciones, de tal suerte que al fallecer los padres, ya cada descendiente tiene sus animales pro– pios; estos semovientes los sigue administrando el padre hasta la independencia del hijo, que suele efectuarse con el matrimonio. A la muerte de la esposa, sus bienes les corresponden a sus hijos solamente (no al conyuge sobreviviente) y si no tiene hijos, a sus parientes maternos; a la muerte del esposo, su patrimo– nio pasa a sus hijos, como en el caso anterior, y si no los tiene, entonces les -toca a sus sóbrinos, hijos de mujer, es decir a los hijos de su hermana; y si el esposo no tenía hermana, y por ende ni •sobrinos, en tal trance no heredan sus sobrinos de varón, sino los parientes de la familia de él, de parte o descenden– cia femenina, v.gr., los hijos de sus primas. La esposa no hereda nada. Sin embargo, parece ser que los hijos no pueden heredar los terrenos de sus padres, ni adquirirlos por donación intervivos; los inmediatos herederos de tales terre– nos son (al parecer) lós propios hermanos del esposo y sus descendientes; en cambio, tales hijos sí pueden recibir esos mismos terrenos por sola donación graciosa hecha a ellos por. sus tíos o hermanos de sus padres; y por sus ascen– dientes en cualquier grado. Estos tíos pueden conservar in perpetuum esos te– rrenos, o venderlos a su gusto. LEY DE ESCLAVITUD Aunque la esclavitud es algo deprimente en una raza, ya que la libertad es uno de los dones más preciados del ser racional, no es el guajiro el único que aún la conserva entre sus costumbres o leyes; aún más, tal esclavitud viene a ser una secuela de ese tupido y enmarañado sistema de regirse drásticamente, que ha evitado el derramamiento de tanta sangre fraterna, recurriendo a los medios más primitivos, pero más humanos, como lo es la esclavitud guajira; porque, después de todo, ésta no es como la degradante sumisión romana de •la época de los Césares, en donde el esclavó era poco menos que un animal, a quien se apaleaba y aún se daba muerte impunemente; el esclavo guajiro es una especie de sirviente de por vida. incondicional, que no tiene quien vea -por él, excepto •su dueño. El esclavo puede contraer nupcias, pero sin ninguno de los requisitos del • cobro, ni nada -que se le parezca; los hijos del esclavo pasan a servir a su amo, pero son tratados menos drásticamente que sus progenitores. Estos esclavos son quienes acarrean el agua para los menesteres de la casa; las cargas más pesa– das del hogar van sobre sus hombros; y en las enfermedades de sus amos de- -ben permanecer cerca a la hamaca, tendidos o echados en el suelo toda la noche, para atenderlos; y así en los demás menesteres personales del amo.

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