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52 ASI ES LA GUAJIRA El guajiro está dotado de magníficas cualidades, de tal suerte que, en pa– rangón con sus defectos, sóbresalen aquellas a éstos. Es musculado y de buenas formas; de color cobrizo; labios delgados; dientes parejos y de gran consistencia; cabellos negros y lacios; de mirar no muy expresivo y un tanto vago; muy poco enfermizo; glotón cuando hay abundancia, pero muy sufrido cuando hay esca– sez; pastor por oficio; diestro jinete. Sus dotes y defectos morales se perfilan así: Es monoteísta, es decir que cree en un solo Ser Supremo, llamado Mareigüa (Dios); cree en la otra vida; supersticioso más por costumbre que por creencia real; tiene por verosímil el diablo, a quie denomina Yarujá; apasionado en el amor; el varón es polígamo por costumbre, pero la mujer suele serle muy fiel; muy poco celoso; nada inces– tuoso; muy independiente y sincero y buen amigo, pero temible enemigo; muy hospitalario, pero más por ley que por virtud moral; es inteligente y astuto; sumamente comunicativo; con·· aptitudes excepcionales para descubrir al des– conocido, por las huellas de aquel; muy sociable; respeta a la mujer por ley, y esto mismo observa con sus demás semejantes; muy apegado a esta vida; suma– mente aferrado a su idioma, particularmente la mujer; casi nunca resuelve sus cosas y contiendas solo; cumple la ley ciegamente, pero más por evitar la san– ción que por la virtud moral de justicia; cobra siempre el doble, triple y hasta cuádruple por los daños recibidos en sus bienes materiales; es inclinado al robo. Este ligero bosquejo de las cualidades y defectos físicos y morales del guajiro, vamos a explanarlo y corroborarlo con afirmaciones y ejemplos prác– ticos que le dan más fuerza a este nuestro modo de enjuiciarlo. Empezaremos enunciando la cualidad o el defecto, y luego haremos su estudio correspondiente. CUALIDADES Y DEFECTOS FISICOS Es musculado y de buenas formas. La contextura del guajiro es algo espe– cial, y lo es, precisamente porque los agentes que de continuo influyen en su naturaleza han llegado ya a moldearla así: Los alimentos, a base de maíz y fríjol; el clima seco y sin las alternativas de las estaciones; el continuo brisar que se lleva tras de sí todos los miasmas contagiosos e incluso a uno mismo; el saludable ayuno, aunque involuntario, que en estas pampas se prolonga más de lo tolerable por la escasez de víveres; el ejercicio continuo a pie y muchas veces a bestia, y mil factores más, son quienes han dado a esta raza esas buenas líneas. A simple vista puede comprobarse que las facciones del guajiro son agradables. No existen esos tipos feos y deformes tan semejantes al orangután, chimpancé, que se advierten frecuentemente en otros indígenas. El guajiro usa, tan sólo para preservar su cutis de los rigores del sol, polvos de colores, parti– cularmente negro, rojo y cacao, sacados de las plantas, como el Paipai y otros menjurjes inofensivos a la piel. Donde se nota mejor la robustez y buen desa– rrollo del guajiro es en las regiones en que ha habido menor cruce con los ci– vilizados. De color cobrizo. Porque este es también el color típico del aborigen ame– ricano. Pero no faltan los tipos moreno claro, y hasta el blanco, debido al cruce racial. Hay indígenas, hijos de civilizados del interior del país, que nadie cree– ría que tienen sangre nativa.

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