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P. JOSE AGUSTIN MÁCKENZIE 47 hacen suponer que no hubieran tenido un desarrollo 11ormal oeran de aquellos pobres seres a quienes la naturaleza negó sus dones". Sí deseamos dejar· sentada la siguiente afirmación: que, en manera alguna los 'indígenas arhuacos de la Sierra Nevada son descendientes ni directos ni in– directos •de los guajiros. Pudieron haber habitado este territorio otrora, e incluso ser desalojados por los guajiros, cuando éstos se establecier on aqu í huyendo de sus enemigos del. Orinoco. Los estudios etnológicos hechos sobre los arhuacos, sus usos y costumbres inveterados, y, todo su conjunto, ~icen muy claro que son dos razas enteramente distintas: los arhuacos, Chibchas; y los guajiros, caribes. También simpatizamos más con que debe decirse guajira y no goajira. Para probar nuestra afirmación argumentamos así: El conquistador español conoció en Méjico y Cuba el término guaira, que en guajiro significa amigo; luego el conquistador (a quien este término ya le era familiar) y que venía a estas tierras en son de paz y atracción, debió haber denominado a esa región guaíra, guajira, en obsequio al guaira, al indígena, al amigo, con qui.en en breve iba a compe– netrarse. Otra prueba: La abundancia de términos o palabras de igual raíz o letras radicales de una región es un argumento fehaciente para poder afirmar la orto– grafía de una palabra de estructura dudosa; es así que hay innumerables pala– bras que llevan la sílaba gua en el territorio guajiro, luego debe decirse guajira y no goajira. La mayor de este silogismo es evidente de suyo. Probemos la menor, y para ello citaremos algunas de las muchísimas pala– bras que, con la combinación gua al principio de dicción, existen en estos lares patrios; son las siguientes: Guarecúz (amigazo); Guaré guaira (sobrino, amigo, camarada); Guayú (indio); Guanurú (diablo, espíritu malo, enfermedad); Guará (dije mágico); Guattpana (parcela de arroyo); Guarrar (bejuco); Guarrir (zorro); Guaririyú (casta); Guarerpá (nombre da una ranchería y región); Guana (maíz millo); Guaraguarao (una laguna); Guaramur (ave de rapiña); Guallamurisir (una ranchería); Guanaipá, Guaatunao, Guarnapa (nombres de rancherías); Guayu"'.' may (corazón del cactus); Guayuco (vestir del indígena); Guatus (lleno) Guaat.:. caru y Guasánarap (parcelas de un riachuelo); y así muchas otras, pero que, en obsequio a la brevedad, omitimos; todo lo cual prueba que sí son ábundantes las palabras Guajiras con la combinación gua al principio. Luego debemos decir Guajira y no Goajira, como algunos escriben, sobre todo los •periodistas bogo- tanos y venezolanos. " Para comprobar. esta afirmación ·tra:ellloS. a. colacion lo, que un ·escritor de asuntos guajiros dice sobre el particular: Ya nos hemos acostumbrado a escribir con O, y no con U (se refiere a la palabra goajira) apartándonos de su origen y de la estructura peculiar de los idiomas de América, ert donde casi todos tienen la combinación gua, desde el Río Grande hasta la tierra guaraní. Luego si 1a estructura peculiar de los idio– mas indígenas de América tiene muchos vocablos en gua al principio, resulta
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