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CAPITULO SEGUNDO RAZA Después de lo descrito hasta ahora, conviene ocupamos ya de la raza que puebla este amado suelo patrio. Supuesta como real la teoría de que los ame– ricanos tenemos origen oriental, deducimos el origen común de nuestras tribus, sin que para elfo obste la diversidad de idiosincracias y costumbres, ni la varie– dad de lenguajes, pues que toda esta heterogeneidad puede haber tenido su ori– gen en muchísimos factores o agentes que, con el correr de los siglos influyeron en ellas de un modo decisivo y rotundo. Estos agentes han podido ser, por ejemplo, los éxodos provocados por el hambre, la sed, las pestes, las persecu– ciones, pero que en lo más mínimo destruyen esta afirmación; esto mismo ~e da en Europa,. Para nuestro estudio, lo único que nos interesa es examinar y precisar cuáles fueron o pudieron ser los ascendientes de los guajiros co'ntem– poráneos, y escrutar y dictaminar de dónde emigraron. Abundamos en la idea de que muy posiblemente el guajiro vino a estas tierras procedente del Orinoco y sus inmediaciones, acosado y perseguido quizá por otro agente, que bien pudiera ser otra tribu más guerrera. Hernández de Alba, en su libro "Etnología Guajira", dice: "El doctor Jahn, en su tratado interesante, dice que Arekuna es el nombre de una tribu más guerrera que la guajira, de la familia Caribe, de la Guayana venezolana. Aríjuna llama el guajiro al extranjero, al que entre a sus tierras; por otro lado, en el siglo XV, los caribes expulsaron a las familias arhuacas de sus tierras, de lo cual se colige que los guajiros vinieron de la Guayana o del Orinoco, expulsados por los Caribes Arekunas; y a su vez desalojaron en la península de los Paraujanos". Nosotros: podemos agregar: Si con la Historia en la mano consta con toda certeza que eri el Orinoco y sus comarcas habitó en otro tiempo la tribu llama– da Guahibos (como consta en el "Catecismo de la Historia de Colombia", im– preso en Bogotá en 1900), que una autoridad en Historia (para el caso el doc– tor J ahn) admite la existencia .en la Guayana venezolana, de una tribuo más belicosa que la guajira, llamada Arekuna, y que Hemández de Alba afirma el éxodo de algunas tribus arhuacas de sus tierras, en el siglo XV, perseguidos por los caribes, es ~asi •seguro que los Caribes Arekunas hayan perseguido a los Guahibos del Orinoco y sus inmediaciones, expatriándose éstos hasta venir a recalar a la península guajira. El correr del tiempo pudo muy bien haber modi– ficado la palabra guahibo por guajiro, que no es más que el cambio de las letras h y b de la palabra goahibo, por las letras j y r de la palabra guajiro. Esto no pasa de una mera hipótesis, pero que cabe en lo posible, y con lo cual com– partimos. El General F. D. Pichón dice a este mismo respecto:

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