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P. JOSE AOUSTIN MACKENZIE 39 morros que en tamafto y majestuosidad igual~n al histórico peñón que domina la entrada de la espléndida bahía de Santa Marta. Distan siete mlllas marítimas de la costa vecina. A estos se los llaman Monkis del Sur. A tres millas al oriente de ellos encuéntrase el Monkis del Este, cuya situación geográfica queda al nor– oeste del cabo del Chichivacoa, y por consiguiente, domina la entrada del Golfo de Maracaibo. Puede decirse que es el centinela que custodia la costa norteña de Colombia. El grupo tercero lo forman los Monkis del Norte, menos altos que los anteriores, integrado por siete islotes que solamente distan cinco millas, en dirección septentrional, del grupo primero. A estos atalayas surgidos del mar para servir algún día de estación naval a la incipiente escuadra que el espíritu guerrero del Siglo nos inspira crear, sólo arriban hoy frágiles faluchos pescado– res, en solicitud del guano, y las nidadas que en laderas y cárcavas depositan los únicos habitantes de aquellas soledades. Si bien es cierto que estos islotes carecen de importancia geográfica, no •por ello han dejado de figurar sus nombres en históricos anales y en sentencias arbitrales. Con el nombre de Mogotes de los Frailes se designan tres islotes si– tuados sobre el sector de costa comprendido entre el desaguadero de la laguna de Cocinetas y la punta de Peret, cubiertos con sus manglares. siempre verdes. Uno de ellos, el más cercano a Juyachí, fue el designado por el Laudo español como arranque de los límites con Venezuela. Esta común dependencia bien permite mantener los diez islotes aludidos (los Monjes) bajo nuestra soberanía nacional, que a más, de estar ellos en nues– tras aguas territoriales y no pertenecer jurídicamente ni estar subordinados al dominio de otra nación, mal pueden permanecer en condiciones de terra nullius". NOTA: Ya en prensa esta obra hemos sabido que nuestro Gobierno Na– cional ha reconocido los Monjes o Monkis a la hermana República de Venezuela. MINERALES La estructura geológica del suelo guajiro está constituída por capas arcillo– sas, arenosas y calcáreas, excepto sus serranías, que son, por lo regular, de ín– dole sedimentaria. La Guajira posee el yeso especular y terroso abundantemente, con la particularidad de qu es exclusivo de esta tierra; Bahíahonda pos~e los más ricos yacimientos de este yeso especular y terroso; desde Bahíahonda hasta Puerto Estrella pueden advertirse manifestaciones de yeso. En la serranía de Macuira se encuentran jaspes con bandas negras y blancas. En las inmediaciones de Mécoro hay yacimientos de lignitos, para uso doméstico. Los Montes de Oca son ricos en calcita (carbonato de cal). "La agronita, en forma de agrupaciones cristalinas, se consigue en muchos puntos. El fosfato de cal se encuentra en Tu– cacas, Castilletes, Bahíahonda, Güinca y Puerto Estrella. En las llanuras de la orilla del mar crece el vareche, cuyas cenizas producen el -tnejor carbonato de soda que se conoce, de las cuales se extrae también. el yodo y el btomuro. La mica, en agrupaciones de planchas de más de 1 O x 1 O ct)ndmetros, se halla· en los cerritos de Carrizal y en Macuira. Una mina de hierro ocupa el subsuelo en– tre Cabo de la Vela y la Serranía de los Carpinteros". El petróleo, que con tanto interés se ha buscado en estas tierras; y que lo
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