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196 ASI ES LA GUAJIRA quiaron al Señor Nuncio. Hubo poesías, declamadas por una nma indígena, que podría ser una verdadera promesa como artista; el baile de la CHICHA– MAYA donde Carmen Bonivento lució su destreza y elegancia, como una de las más elegantes y bien configurada entre sus compañeras de baile. Fueron tantas las atenciones de las Religiosas, los Religiosos y alumnado del Internado de Aremasen, que estimo e imagino que el Señor Nuncio se llevaría una muy grata impresión de la labor apostólica que realizan nuestros hermanos en Fran– cisco de Asís, los Capuchinos de todo el Vicariato de Riohacha. Anochecido ya, proseguimos hasta llegar a Riohacha, para dedicarnos al descanso, después de un día de verdadera lucha y cansancio. Al siguiente día, el Señor Nuncio, acompañado del Señor Vicario Apos– tólico de Riohacha, Monseñor Livio Reginaldo Fischione; del Procurador de las Misiones, Monseñor Alfonso Robledo; de su Secretario, Monseñor Bernardo Arduino; de Doña Luz, Jefe de Coordinación del Ministerio de Educación Na"'. cional; enrumbaron hacia Barranquilla, vía terrestre hacia Santa Marta, para tomar el Jet hacia Bogotá. Yo, en un bus, me regresé a Valledupar, sede de mis ocupaciones parroquiales y como Capellán de la Policía Nacional del Depar– tamento del Cesar. Muy agradecido le estoy al Señor Nuncio, por sus bondades para conmigo; de sus dignos acompañantes; de Monseñor Livio Reginaldo Fischione, a quien, apenas •como una secuela lógica de sus esfuerzos, lo veremos nombrado OBIS– PO DE LA DIOCESIS DE RIOHACHA, en no lejano día. Así cerramos la publicación de esta tercera edición de mi libro: "ASI ES LA GUAJIRA", ganoso de que, quienes lo lean, traten de amar más y más a esta raza guajira, para incorporarla lo antes posible, en forma definitiva, a esta gran Colombia, cuna de escritores que supieron divulgar muchas de las cosas por las cuales nos podemos sentir orgullosos de ser colombianos. * * *